La política cultural ha muerto! … Vivan las políticas públicas culturales!

Admitámoslo, la política cultural, aquella que encarnaba casi en exclusividad el Estado, está languideciendo. Nos ha dejado de ser útil y por eso hemos dejado de hablar de ella. Pero, también asumamos la nueva realidad de que hay que hablar (más) de cultura a otros niveles, particularmente el local.

Más allá de lo obvio

«…no debemos sucumbir a la melancolía y paralizar nuestros debates y nuestras agendas culturales con temas del pasado y empezar a sintonizar con esos aires de renovación que nos vienen de nuestros entornos europeos más cercanos…»

Correr dos veces más rápido

Mientras insistimos en buscar ampliaciones del concepto y al mundo de cultura, algunas de ellas fruto de una coyuntura, perdemos el foco del nervio esencial de lo que es cultura.

Después de nosotros, el diluvio!

Ya que en recuperación nos hallamos, no debemos desaprovechar la oportunidad de introducir en la agenda pública temas de política cultural, de redundar en el carácter práctico y útil de la cultura, de marcar una nueva hoja de ruta que busque ser compartida por una base social ancha e ideológicamente variada.

IVA Pasión

Algunas ideas para que cuando en las próximas semanas vuelva a estar de actualidad el erróneo concepto de “IVA cultural”, aprovechemos e intentemos superar el paradigma en el que nos quedamos anclados en el 2012.

Análisis imposible: la cultura sin debate

A todo el mundo le gusta hablar de cultura. Todo el mundo tiene una opinión, una teoría, unas proyecciones, una lectura política, alguna idea que le ayude a fijar una posición sobre este tema. Pero poco debatimos sobre la calidad, las bases y las reglas que nos dotamos en ese debate público. Analizar algunos de los términos que interfieren en ese debate podría ayudarnos a mejorarlo. Aquí mi discreta contribución.

La utopía digital

Es cierto que el pensamiento utópico está en crisis? Por dónde podemos regenera el idealismo y la utopía?
Quizá imaginar un mundo digital diferente y crítico al actual nos permita actualizar nuestras ideas y nuestra realidad social, económica y política. Toda una utopía!