Sin lloros ni lamentos

Algunas coordenadas que ayudan a orientar la gestión cultural en tiempos del coronavirus.

La política cultural ha muerto! … Vivan las políticas públicas culturales!

Admitámoslo, la política cultural, aquella que encarnaba casi en exclusividad el Estado, está languideciendo. Nos ha dejado de ser útil y por eso hemos dejado de hablar de ella. Pero, también asumamos la nueva realidad de que hay que hablar (más) de cultura a otros niveles, particularmente el local.

Más allá de lo obvio

«…no debemos sucumbir a la melancolía y paralizar nuestros debates y nuestras agendas culturales con temas del pasado y empezar a sintonizar con esos aires de renovación que nos vienen de nuestros entornos europeos más cercanos…»

Cultura de Ministerio de Cultura

Porque más allá de lo simbólico que es tener un Ministerio propio para los asuntos culturales, es más necesario definir bien hoy día qué es lo que ese Ministerio debería hacer, y de eso no se ha hablado mucho.

Después de nosotros, el diluvio!

Ya que en recuperación nos hallamos, no debemos desaprovechar la oportunidad de introducir en la agenda pública temas de política cultural, de redundar en el carácter práctico y útil de la cultura, de marcar una nueva hoja de ruta que busque ser compartida por una base social ancha e ideológicamente variada.

Entre datos anda el juego

«Si debemos destinar recursos para recopilar, agregar e interpretar datos, cosa que no debería ponerse en duda, al menos hagámoslo conforme a unas necesidades actualizadas y orientadas a la mejora de la gestión pública».