Es la calidad, estúpido!

Es tiempo, por tanto, de devolverle la pelota a la Administración y exigir un cambio de la narrativa sobre la internacionalización. Es el momento (bueno, en realidad siempre lo ha sido) de unas decididas políticas públicas que persigan una mejora de la calidad de la producción cultural por una parte, y por otra, una mejora de la competitividad económica. Eso se consigue transformando los sistemas de ayudas públicos a la producción, estimulando la concentración de unidades de producción, invirtiendo más recursos en el fortalecimiento de un mercado interno que permita ser el banco de pruebas de productos más adelante internacionalizables.

Creative Europe Spain #2

[…] En los últimos años se ha animado mucho a crear proyectos europeos para conseguir dinero, en lo que podría ser una última deriva de la “subvencionitis” de la que padece una gran parte del sector cultural. Y quizá es esa la concepción que debemos cambiar: primero el proyecto, después la subvención, no al revés. Quizá, sólo quizá, si conseguimos hacer ese cambio moral, conseguiremos, de paso, cambiar muchas otras cosas de nuestro entorno cultural nacional.